SERIE: TOMANDO UNA DECISIÓN INFORMADA - Día 6

Reflexión:
El sabio proverbio no deja lugar a dudas: estamos llamados a hablar. No por nosotros mismos, sino por aquellos que no pueden hablar, no pueden defenderse, no tienen visibilidad, ni fuerza, ni poder.
Hoy, los no nacidos, los ancianos abandonados, las personas con discapacidades, las madres en crisis de embarazo y los descartados por la sociedad representan a esos “mudos” del texto. Y la Iglesia no puede mantenerse neutral. El silencio en temas de vida no es sabiduría… es complicidad.
Dios ha puesto en nuestras manos la voz profética que anuncia el Reino, pero también la voz pastoral que consuela, guía y protege. Usar esa voz para defender la vida es ejercer nuestra misión con fidelidad.
Defender la vida no se trata de entrar en debates ideológicos, sino de representar el corazón compasivo del Padre en favor de ésta. Se trata de proclamar que cada ser humano, incluso el más pequeño, el más frágil o el más rechazado, es visto y amado por Dios.
Desafío:
Hoy es el día para hablar. Hoy es el día para levantarnos en defensa del valor de la vida humana con verdad, amor y convicción.
Oración:
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