SERIE: TOMANDO UNA DECISIÓN INFORMADA - Día 6

Reflexión:
Es fácil levantar pancartas. Es más difícil abrir el corazón. Es sencillo compartir un post. Es más exigente abrir la puerta de casa o la agenda del ministerio para acompañar a una madre en crisis. Pero si la Iglesia quiere ser realmente dadora de vida, debe compartir el Evangelio a toda persona sin discriminar.
El apóstol Juan nos recuerda que el amor verdadero no se mide por el volumen de nuestras palabras, sino por la profundidad de nuestras acciones. La defensa de la vida humana no puede reducirse a declaraciones doctrinales o a debates morales: debe traducirse en presencia, en cuidado, en cercanía real.
Una Iglesia que da vida es aquella que recibe al vulnerable, acompaña al quebrantado y camina con el confundido. Es aquella que ofrece consejería, redes de apoyo, oración, pañales, escucha, tiempo… y sobre todo, esperanza. No solo se opone al aborto, se dispone a ofrecer alternativas concretas que rediman y restauren.
¿Queremos impactar esta generación? Entonces la Iglesia debe dejar la "trinchera teológica" y bajar a la calle con los brazos abiertos. Donde otros ven un problema, nosotros debemos ver una oportunidad para mostrar el rostro de Cristo.
Desafío:
Dar vida no es un lema, es una misión. Y esa misión comienza contigo, conmigo, con nosotros. Dar vida es compartir a Cristo.
Oración:
Comentarios
Publicar un comentario
Si quieres comentar, hazlo para la edificación del Cuerpo de Cristo...