SERIE: TOMANDO UNA DECISIÓN INFORMADA - Día 6

Reflexión:
En una cultura saturada de ruido, opiniones y urgencias, el ministerio dador de vida comienza no con palabras, sino con silencio. No con acción, sino con escuchar primero el corazón del Padre. Porque en el Reino de Dios, impacto no es iniciativa humana, es obediencia revelada a través de Su Palabra.
Jesús no actuaba por reacción. Él decía: “No hago nada por mi propia cuenta, sino lo que veo hacer al Padre” (Juan 5:19). Su vida era una danza perfecta entre comunión e instrucción. Solo así su impacto fue redentor.
Para ser Dadores de Vida, necesitamos cultivar una intimidad que escucha. Escuchar a Dios antes de responder a una necesidad. Escuchar al Espíritu antes de hablar a una persona. Escuchar Su dirección antes de levantar una bandera.
Un corazón apurado no oye. Un corazón ansioso habla primero. Pero un corazón íntimo con Dios se detiene, reconoce su voz y actúa desde la obediencia, no desde la urgencia.
Desafío:
Haz de la escucha un acto de adoración. Antes de avanzar, detente. Él aún habla a sus ovejas y ellas le oyen… y lo siguen.
Oración final:
Comentarios
Publicar un comentario
Si quieres comentar, hazlo para la edificación del Cuerpo de Cristo...