SERIE: TOMANDO UNA DECISIÓN INFORMADA - Día 6

Reflexión pastoral:
Somos vasos de barro. Frágiles. Incompletos. Pero en esa debilidad, Dios deposita Su gloria. Y desde ese quebranto, brota una compasión real, una humildad profunda y una autoridad que no depende de la voz, sino de la presencia.
Muchos buscan ser impactantes. Pero pocos aceptan ser quebrantados. Sin embargo, solo el corazón rendido puede llevar la vida de Cristo de manera fiel. Porque un corazón quebrado por Dios no hiere, sino que sana. No impresiona, sino que transforma.
Antes de sanar a otros, deja que Dios te sane a ti. Antes de consolar, permite que Él te consuele. No escondas tu historia, tu fragilidad, tu necesidad. Es allí donde Él se glorifica.
Desafío:
Abraza el quebranto como parte de tu llamado. Dios no te rompe para destruirte, sino para usarte.
Oración final:
Comentarios
Publicar un comentario
Si quieres comentar, hazlo para la edificación del Cuerpo de Cristo...