SERIE: TOMANDO UNA DECISIÓN INFORMADA - Día 6

Reflexión pastoral:
En un mundo donde el matrimonio es visto como un contrato revocable o una formalidad opcional, la Palabra de Dios lo revela como un misterio glorioso. No es un arreglo humano, sino una institución divina que refleja la unión entre Cristo y Su Iglesia.
El matrimonio fue diseñado por Dios como un pacto sagrado, no como un acuerdo temporal. No se trata de “ser feliz mientras dure”, sino de amar como Cristo ama: con entrega, perdón, sacrificio y fidelidad.
Cuando el matrimonio se desfigura, se distorsiona también la imagen del evangelio. Por eso, la cultura actual ataca el matrimonio: porque sabe que detrás de él hay un mensaje más profundo… el mensaje del amor redentor, que da a conocer a Dios y su escensia, su propia imagen.
Como Iglesia, debemos defender el matrimonio con convicción, pero también restaurarlo con compasión. No se trata solo de enseñar principios, sino de acompañar a los matrimonios reales con luchas reales. Y sobre todo, mostrar que es posible vivir un matrimonio que honra a Dios y bendice a la generación siguiente.
Desafío pastoral:
Es tiempo de volver a la raíz del amor verdadero: un compromiso que permanece porque está fundamentado en la gracia.
Oración final:
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