SERIE: TOMANDO UNA DECISIÓN INFORMADA - Día 6

Reflexión pastoral:
Vivimos en una era donde el concepto de familia ha sido distorsionado, minimizado y, en muchos casos, descartado. El individualismo ha reemplazado al compromiso. El placer personal ha suplantado el propósito generacional o de multiplicarse de acuerdo al plan de Dios. La tecnología conecta, pero no edifica vínculos reales entre los seres humanos.
Esta desvalorización no comenzó con leyes o movimientos sociales; comenzó con corazones que dejaron de ver la familia como algo sagrado y mucha estima. Las Escrituras lo anunciaron: los últimos tiempos estarían marcados por la pérdida del “afecto natural”. Es decir, el amor básico, el que nace del diseño de Dios entre un hombre y una mujer, se apagaría.
Y sin ese afecto, las relaciones se vuelven frágiles, las generaciones se desconectan, y la imagen de Dios en comunidad se difumina.
Como Iglesia, no podemos ignorar esta realidad. Estamos llamados a ser luz en medio de esta confusión: a predicar, enseñar, restaurar y modelar la familia según Dios la diseñó.
Nuestra misión no es adaptarnos al mundo, sino mostrar el camino a la restauración: el de la comunión, la honra, el sacrificio y la fidelidad. Volver a dar valor a la familia es volver a tocar el corazón del Creador. ¿Escuchas su corazón?
Desafío pastoral:
Reafirma hoy tu compromiso con la familia. Sé parte de una generación que no repite el error, sino que restaura el diseño.
Oración final:
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