SERIE: TOMANDO UNA DECISIÓN INFORMADA - Día 6

Imagen
  Sanidad: cuando el alma vuelve a respirar " Él sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas ."  — Salmo 147:3 (RVR1960) Reflexión pastoral: Después del dolor, después del arrepentimiento, después del perdón… viene la sanidad. La sanidad no es solo la ausencia de culpa, es la restauración de la dignidad. Es volver a vivir sin temor, sin esconderse, sin tener que fingir que “todo está bien”. Es cuando el alma comienza a respirar de nuevo. Pero la sanidad no ocurre en un solo momento. Comienza con reconocer esa obra perfecta de Cristo en la Cruz del Calvario. Es un proceso guiado por el Espíritu Santo, muchas veces en compañía de personas sabias y amorosas, en espacios de consejería, oración, comunidad y adoración. Es allí donde el corazón herido empieza a recordar que todavía puede latir con propósito. Dios no solo quiere perdonarte y salvarte; Él desea restaurarte , es decir volver a colocarte en Su camino y propósito por el cuál has venido a este mundo. Qui...

Redescubriendo el diseño de Dios - Día 5

 


Redimiendo el propósito del matrimonio

"¿No hizo él uno, habiendo en él abundancia de espíritu? ¿Y por qué uno? Porque buscaba una descendencia para Dios. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales para con la mujer de vuestra juventud.— Malaquías 2:15 (RVR1960)


Reflexión pastoral:

El matrimonio no es solo un pacto entre dos personas: es una expresión visible de la imagen de Dios y de un propósito eterno. Dios no creó el matrimonio para que simplemente compartamos casa, sino para que generemos vida —vida física, emocional, espiritual y generacional.

En un tiempo donde los compromisos se diluyen y el amor se reduce a sentimiento pasajero, el mensaje de Malaquías nos confronta: Dios sigue buscando descendencia piadosa, que le muestre, le proclame a través de una relación matrimonial de acuerdo a Sus estándares. No sólo hijos biológicos, sino generaciones formadas con verdad, amor y propósito.

Redimir el matrimonio significa volver al corazón de Dios. Significa pasar del individualismo a la entrega, del interés personal al bien común, del contrato social al pacto sagrado. Es amar incluso cuando no se siente. Es perdonar como hemos sido perdonados. Es crecer juntos hacia la imagen de Cristo.

La deslealtad que denuncia el profeta no comienza con la infidelidad física, sino con la dureza del corazón. Por eso, la redención del matrimonio empieza con la humildad, la restauración de la confianza y la disposición a caminar en obediencia.


Desafío pastoral:

¿Está tu visión del matrimonio alineada con la de Dios? ¿Tu relación con tu cónyuge da testimonio del amor fiel y redentor de Cristo? ¿Tu matrimonio refleja la imagen de Dios?

Hoy, elige honrar tu pacto. Permite que el Espíritu Santo sane, fortalezca y dirija tu unión para que cumpla su propósito divino.


Oración final:

Señor, gracias por el regalo del matrimonio. Ayúdame a vivirlo como Tú lo diseñaste: con entrega, fidelidad y visión eterna. Sana las heridas, fortalece los lazos, y levanta matrimonios que reflejen Tu gloria. Haz de mi relación un testimonio de Tu amor redentor y una fiel muestra de tu imagen como el Creador. Amén.

Comentarios

Entradas populares de este blog

INTIMIDAD ANTES DE HACER IMPACTO - PARTE 1