SERIE: TOMANDO UNA DECISIÓN INFORMADA - Día 6

"Vuélvete ahora mismo a tu Dios, practica el amor y la justicia, y confía siempre en Él." — Oseas 12:6 (NVI)
Reflexión pastoral:
El aborto no es una herida que afecta solo a quien lo vivió directamente. El padre del bebé, los abuelos, los hermanos, los amigos, incluso los profesionales o personas involucradas pueden verse afectadas. Todos pueden llevar una carga invisible, una culpa difusa, una tristeza que no se atreven a decir su nombre.
Es fácil pensar que el arrepentimiento es solo para quien tomó la decisión final. Pero en realidad, el arrepentimiento es una puerta abierta para todos los que, de alguna manera, participaron, consintieron, ignoraron o callaron.
El arrepentimiento restaura la relación con Dios, rompe cadenas internas, y allana el camino para que la sanidad y el perdón puedan llegar. Es el paso necesario para poder mirar hacia adelante con esperanza verdadera.
Desafío pastoral:
¿Hay algo que callaste, justificaste o minimizaste respecto al aborto? ¿Estás dispuesto a dejar que el Espíritu Santo te guíe hacia un arrepentimiento sincero, que no te hunda, sino que te restaure?
Como líder cristiano, ¿Estás hablando intencionalmente desde el púlpito que Dios te ha dado?
Hoy es tiempo de volver. De dejar atrás la sombra y entrar al abrazo del Padre.
Oración final:
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